¿Cómo conseguir buenos resultados en un proceso de planificación de la comunicación?

¿Es importante planificar?

La planificación, es sin lugar a dudas muy importante para las instituciones, gobiernos y personas en la actualidad. La comunicación se ha convertido en una herramienta fundamental para los planificadores, sin ella es impensable que se puedan desarrollar actividades con éxito. En este contexto surgen nuevas disciplinas de la comunicación como: la planificación de la comunicación.

Proceso de planificación de la comunicación

¿Desde cuándo surge la planificación de la comunicación?

La planificación de la comunicación es una rama relativamente nueva, que persigue fundamentalmente que se puedan alcanzar buenos resultados en tanto uso de la comunicación, utilizando para tal efecto una serie de herramientas y recursos. Sin embargo, en un mundo globalizado, donde existen una serie de opciones es complicado escoger una metodología concreta, que permita alcanzar resultados favorables. Por ello es importante considerar algunos aspectos que permitan el éxito:

PRIMERO: Toda planificación surge de una idea, que posteriormente debe ser validada a partir de un trabajo de campo. Es decir que se tienen que utilizar una serie de herramientas (como entrevistas, encuestas, análisis documental, etc.) para que determinar la factibilidad y pertinencia de la idea inicial. Seguramente, luego de la evaluación de los resultados, se podrán realizar una serie de ajustes. Recuerda, una idea por muy bien planteada, no siempre coincide con las necesidades de las instituciones, organizaciones, empresas, etc. Por ello se tiene que realizar un análisis minucioso del contexto, los involucrados, los intereses de las instituciones u organizaciones (tanto públicas, como privadas), las posibilidades económicas para llevar adelante el sistema de planificación.

SEGUNDO: Luego de que se ha determinado la idea, es necesario identificar una serie de problemas, que serán abordados en un sistema de planificación, un proyecto, una política o un programa de comunicación.  Esto dependerá finalmente del planificador, quien otra vez debe utilizar las herramientas más idóneas para identificar los problemas que se relacionan con la idea que se ha planteado inicialmente (esto dependerá del contexto, no se pueden dar “recetas”, siendo que la planificación es muy dinámica), y que a partir del trabajo de campo (diríamos diagnóstico previo) ha sido validada o por lo menos tiene mayor consistencia.

TERCERO: Una vez que tenemos la información relacionada a las problemáticas que serán abordadas, se tiene que hacer una jerarquización y relación de los mismos. Hay que hacer una selección de los problemas más complejos, y los que no son mucho. Así mismo, se debe relacionar de las causas de un problema, y de las consecuencias del mismo. La herramienta adecuada y didáctica para hacer esta ordenación de la información es el árbol de problemas. Sin embargo, no es tan sencillo construirlo, es preciso hacer una relación lógica, que requiere de un dominio temático.

CUARTO: Construido el árbol de problemas, ya estamos en condiciones de plantear los objetivos que serán la guía del trabajo, conforme lo plantearemos, sea anual, trienal, quinquenal, etc. Ello dependerá de qué tipo de documento estamos construyendo. No hay que perder de vista que cada objetivo debe ser alcanzable, en función a los recursos que se dispongan, en esta parte se debe partir de una base sólida, y no de supuestos, porque ello puede ser un error, por ejemplo puedo proyectar la implementación de un sistema completo de relaciones públicas para una institución en concreto, sin embargo llegado el momento, la misma no cuenta con los recursos para implementar el proyecto, por lo que sería tiempo perdido simplemente. Para no desperdiciar recursos (humanos, técnicos, económicos) se tiene que plantear de manera minuciosa el árbol de objetivos, que como en el caso anterior deba tener una relación lógica entre los distintos componentes que la constituyen.

QUINTO: Una vez determinados los objetivos (central y secundarios), hay que iniciar la fase de programación de actividades, la temporalidad dependerá del tipo de documento que estamos construyendo (para un proyecto, política, programa, plan de comunicación). Hay que ordenar de manera eficiente toda la información, para procesarla, y que posteriormente se pueda plasmar en una serie de actividades. Cada actividad debe considerarse a partir de una serie de requerimientos que se tienen para su ejecución (factor humano, técnico, económico, etc.).

SEXTO: En la puesta en marcha de lo planificado siempre el comunicador social debe recordar que todo proceso de planificación es flexible, por lo que es necesario considerar las herramientas de evaluación, sea permanente o final. La evaluación es una herramienta clave en todo el proceso, generalmente no se considera con seriedad y responsabilidad. Evaluar requiere de la construcción de material idóneo, que permita la selección de las herramientas de planificación más adecuadas.

SÉPTIMO: Recuerda, el trabajo de planificación siempre se lo debe llevar adelante en equipo, debe ser lo más participativo posible, ello evitará que existan problemas posteriores.

Conseguir buenos resultados en la planificación de la comunicación requiere de una serie de conocimientos