¿QUÉ ES LA PLANIFICACIÓN?

La planificación es un proceso que permite adelantarse al futuro. Tomar previsiones de lo que haremos en el corto, mediano y largo plazo. La planificación se aplica a cualquier tipo de actividades, desde las personales, hasta aquellas bastante complejas en el nivel organizacional, gubernamental o empresarial.

La planificación implica la ejecución de una serie de actividades ordenadas de manera lógica, que permitan obtener un resultado. La característica fundamental de la planificación es su flexibilidad, es decir que permite que se pueda evaluar los resultados obtenidos, y en su caso, replantear todo el sistema.

La planificación es un proceso metódico, siendo que se compone de una serie de partes, que sirven fundamentalmente para alcanzar fines. Planificar ayuda a la toma de decisiones acertadas, frente a lo que podría constituirse en un futuro incierto. La planificación da certidumbre, esto quizá es lo más importante.

Para una empresa u organización es vital planificar, porque de ello depende el futuro, considerando un mundo tan complejo y competitivo en el que vivimos en la actualidad, sería un error no instrumentalizar bien las estrategias de planificación en nuestro trabajo cotidiano.

La planificación supone considerar un análisis de la realidad actual en la que nos desenvolvemos, estudiar la coyuntura externa, para que de esta manera se puedan asumir acciones a futuro. Hay que conocer muy bien la realidad, pues de ella dependerá el éxito y los resultados que obtendremos con la planificación.

Para planificar de manera adecuada, se tienen que escoger las herramientas de evaluación más idóneas, pues como la planificación es flexible, en cualquier momento se podría cambiar el curso de algunas acciones que se podrían ejecutar.

Desde la antigüedad, la planificación ha sido considerada como algo esencial en la vida del ser humano, pues tiene como objetivo central: disminuir la incertidumbre. El hombre no puede actuar en la penumbra, sino que debe tener cuidado de centrarse en algunas acciones concretas. En la planificación se pueden considerar una serie de prioridades, estás dependerán del entorno en el que trabajamos. Por ejemplo, lo financiero puede ser preponderante para tomar una u otra acción que dará rumbo a nuestro trabajo.