Organización de la planificación de la comunicación
La planificación de la comunicación es
una actividad racional, pues su función principal es la de brindar
certidumbre. El logro de una serie de
objetivos requiere de un uso adecuado de los recursos, acorde a las metas que
se han planteado, y la metodología escogida para alcanzar las mismas.
La planificación en la empresa u organización relacionada
con la comunicación es una de las herramientas más importantes que garantizan
la disminución de la incertidumbre, pues dependiendo de los niveles en los que
se trabaje, coadyuvarán a que se obtenga buenos resultados o no. Queda claro
que en una sociedad tan competitiva como en la que vivimos, no se puede dejar
de lado la previsión de los posibles escenarios que se pueden presentar, pues
es muy dinámica la comunicación, mucho más a partir de la aparición de las
tecnologías actuales.
Planificar la comunicación ayuda de sobremanera a la toma de decisiones en
todos los niveles. Para ello es necesario definir un sistema de planificación y
ejecución. Contar con una herramienta operativa adecuada, conlleva al diseño de
una serie de acciones que posibiliten su cumplimiento.
En este sentido, se hace necesario formular una serie de objetivos y metas,
en los que se tienen que priorizar algunas acciones, en función al diseño que
se hubiera elaborado. Ello dependerá del área en el que se esté trabajando:
noticias, publicidad y marketing, diseño de estrategias políticas, etc.
La empresa de comunicación como cualquier otra, necesita de la adopción de
un sistema de planificación para lograr su crecimiento y sostenibilidad en el
tiempo, no importa el tamaño, pues desde proyectos personales inclusive, es
necesario hacer un diseño adecuado. Hay
que dimensionar adecuadamente el campo de acción en el que se pretende trabajar,
pues no se puede acaparar de todo, sino que hay que concentrarse en un segmento
del mercado de la comunicación concreto.
Habría que tener información de fuentes primarias y secundarias, pues no se
puede hacer un diseño sobre la base de datos empíricos, no confiables, ello
pondría a nuestra organización en situación de vulnerabilidad. No hay que
olvidar que depende de nuestra acción el futuro de una organización, su éxito o
fracaso.
La lectura precisa de las tendencias es algo necesario, pues hay que advertir
aquello que podría afectar las operaciones que llevamos adelante. Lo
planificado se debe plasmar en acciones realizables, por ello en la empresa de
comunicación u organización se debe hacer una programación que oriente el
trabajo que se está desarrollando.
La programación de acciones es fundamental, pues ayuda a concebir el tipo
de operaciones que se llevarán adelante, su pertinencia y criterio de
oportunidad en un periodo de tiempo concreto. La retroalimentación en este contexto es algo
permanente, pues ayuda de sobremanera a la evaluación. Tanto la misión, como la visión deben estar
en constante evaluación, pues hay que determinar si son realistas o no; si
están acordes a los cambios en el tiempo de la propia realidad en la que vamos
a trabajar.
En este contexto la organización de un sistema de planificación es
esencial, pues servirá de sobremanera a que se pueda establecer cierto orden.
Los pasos que se pueden adoptar son los siguientes:
-
Diagnóstico
preliminar
-
Identificación
de las problemáticas comunicacionales más relevantes a ser abordadas
-
Construcción
del árbol de problemas y objetivos
-
Elaboración
del diseño metodológico
-
Ejecución
de lo planificado
-
Evaluación
de todo el proceso
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